No es sencillo avanzar olvidando lo vivido, cuando tanto se ha dado por perdido y el camino es volver a comenzar. Le canto al viento por todo aquel que venció su desaliento, le canto al mar por todo aquel que tuvo que olvidar para empezar.
Hoy se ha despertado el día triste y frío, nos abrigamos bien y emprendemos el camino de acceso a la aguja encantada. La idea inicial era hacer el espolón Finestrat, pero nos hemos encontrado dos cordadas iniciando la vía, así que decidimo hacer la Aristoteles, la vía no es dificil aunque tiene tramos verticales y está practicamente desequipada, sólo encontramos en toda la vía un calvo, dos puente de roca y un químico.